¿ROMPÍ FUENTE Y AHORA?

Durante la vida en el útero, el bebé se desarrolla dentro del saco amniótico, lleno de líquido amniótico que lo protege contra infecciones, traumatismos y le da espacio para moverse y crecer. En las películas y las telenovelas estamos acostumbrados a ver la escena de la mujer que al sentir el súbito estallido de la bolsa, sale corriendo al hospital.

Durante el parto, la bolsa se rompe debido al aumento de la presión intrauterina debido a las contracciones o incluso a la fuerza de expulsión que realiza la mujer.

¿Cómo sabes si rompiste o no fuernte?

Por lo general, la salida de líquido amniótico tiene un color transparente y se da en grandes cantidades, bajando por las piernas e incluso mojando el suelo y, además, no hay forma de controlarlo. El olor del líquido también es bastante particular. Algunas mujeres lo describen con olor a amoníaco o cándida.

No confundas con el  tapón mucoso, una secreción producida en el cuello uterino, que sale por el canal vaginal cuando el parto está próximo. A diferencia del líquido amniótico, es más espeso, puede ser transparente o más amarillento y también viene con sangre.

¿Mira lo que debes hacer?

Cuando las membranas, fuente o “aguas”  se rompen antes de que comience el trabajo de parto..

  1. No hay necesidad correr.  Tranquilízate y avísale a tu obstetra para que te dé las indicaciones. El parto puede ocurrir naturalmente dentro de las 48 horas posteriores a la ruptura de la bolsa. 

Solo debes acudir de inmediato al hospital cuando el líquido, que es de color transparente, es amarillento o verdoso. En esa condición, la atención debe ser inmediata. 

  1. Puedes ducharte, esperar al acompañante y preparar todo con calma.
  2. Si sientes hambre, puedes comer algo ligero
  3. Mantente hidratada consumiendo agua

Ahora ve y comparte esta información con tu pareja!

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